Cuna del imperio incaico y fuente de recursos naturales, el Valle Sagrado tiene historias y datos que representan lo mágico que tiene Cusco en cada rincón de su territorio.
Hoy en día residencia de ciudadanos de todo el mundo que llegaron a Cusco y no pudieron perder la oportunidad de vivir en Perú, se instalaron en la tierra prometida, el Valle Sagrado; en donde la tierra y el clima se combinan para crear el lugar perfecto para vivir el resto de tus días.
El Valle Sagrado es un destino turístico que siempre se encuentra en la ruta de todos los viajeros, pero no todo el tiempo es disfrutado en su plenitud; hoy, conoceremos más del valle para nuestro próximo viaje a Cusco.
¿Qué es el valle sagrado?
El Valle Sagrado es un extenso territorio productivo para la agricultura del imperio incaico y para el Cusco de hoy en día.
Ubicado a 15 km en el norte de la ciudad del Cusco, a casi 2900 m. s. n. m, el Valle Sagrado conforma, con otro grupo de valles menores, el gran Valle Urubamba, la columna vertebral del departamento de Cusco con 700 km de largo.
Su creación se debe a una formación geológica antigua, de millones de años que permitieron que el río Vilcanota forme espacios de cultivos; alimentados por el agua, la tierra se fue transformando en un lugar fértil para el resto de la historia del planeta.
“Vilcanota quiere decir en quechua: “río del Sol”, lo que lo convirtió en un objeto de veneración por los incas como si se tratara de un dios.”
La historia Valle Sagrado del Cusco
Para describir al Valle Sagrado sin saltarnos ningún detalle, vamos a recurrir al Inca Garcilaso de la Vega cuando hace un comentario sobre el valle que en ese entonces se conocía como Valle de Yucay, Cusco 1609:
“Aquel valle se aventaja en excelencia a todos los que hay en el perú, por lo cual todos los Reyes Incas, desde Manco Cápac hasta el último, lo tuvieron por jardín y lugar de sus deleites y recreación, donde iban a alentarse de la carga y pesadumbre que el reinar tiene consigo. ”
Garcilaso también describe la belleza natural inherente del Valle Sagrado “ Está entre dos sierras grandes,; lo que tiene al levante es la gran cordillera de la Sierra nevada, (…) perpetua nieve, de la cual descienden al valle muchos arroyos de agua; (…) y la otra sierra baja”
Hace siglos, el Valle Sagrado era comprendido como un lugar perfecto para existir, en donde incas y españoles encontraron en sus tierras perpetua felicidad y abundancia de recursos.
Hoy en día el valle es muy distinto al que existió en el tiempo de Cusco de los Incas, en donde las casas y construcciones se ubicaban en la altura y dejaban los campos cerca del río disponibles para la agricultura.
Pero los españoles cambiaron la fisonomía del Valle Sagrado, los conquistadores construyeron ciudades al lado del agua, dejaron la verticalidad de las construcciones prehispánicas para dar paso a construcciones planas; creando las plazas de armas con iglesias y rodeados de calles estrechas.
El valor del Valle Sagrado y datos interesantes
El Valle Sagrado tiene un valor más importante que nada tiene que ver con la agricultura o los micro climas que posee; su valor está en lo cultural.
A lo largo de todos los siglos, el Valle Sagrado se ha venido “reutilizando”, los bienes culturales de los hombres antiguos han servido de soporte para las nuevas generaciones.
Aún hoy en día podemos ver viajeros que dejan sus vidas en países de primer mundo para empezar de cero en el Valle Sagrado.
Esta evolución se puede ver dentro de cada pueblito que forma parte del valle, cada uno de ellos se ha adaptado de manera diferente a los cambios.
Por ejemplo, en la localidad de Maras, los pobladores continúan explotando la sal de las mismas pozas que utilizaron los Incas y sus antepasados. Hoy en día es un destino turístico, las Salineras de Maras y Moray.
En Pichingoto sus pobladores siguen viviendo en las casa cueva que habitaron desde hace siglos.
Los campesinos de Yucay siguen trabajando la tierra con las rústicas chaquillaqtas, o arados de pie, como utilizaban sus antepasados.
Los calqueños siguen frecuentando las aguas termales de Machacancha en donde se bañaba el Inca Huiracocha.
El Valle Sagrado sigue manteniendo su aura mágica gracias al baño de agua por el río del Sol y la continuidad de cultura que siglo tras siglo sigue construyéndose en sus tierras.
Motivos suficientes para agendar un tour al Valle Sagrado de los Incas y disfrutar de un Cusco inolvidable.
