El río Vilcanota, en cuyas orillas se desarrollaron las más importantes agrupaciones sociales del antiguo Perú, riega el Valle Sagrado de los Incas, feraz y extraordinariamente bello, escogido por los monarcas andinos para asentar los más importantes palacios de su Imperio. El pueblo de Urubamba se encuentra enclavado en pleno valle, del cual se aprecia unna vista panorámica con todos los tonos de los verdes y bajo un cielo intensamente azul, en el que se recortan los picachos nevados como el Apu-Pitusiray.
Antonio de León Pinelo, gran naturalista del Siglo XVIII, nos quiso demostrar que el Paraíso Bíblico estuvo allí.