Todavía es posible visitar aquella Lima de hace tres siglos, en alquitarados rincones como la Plaza de Armas, los pequeños restos de la muralla que mandara levantar el Duque de la Palata, la Alameda de los Descalzos, o en sus opulentos palacios virreynales como el de Torre Tagle o de Oquendo, pero sobre todo en sus viejas iglesias coloniales, de muros de barro, de frondosas portadas de piedra labrada y de altares y ábsides dorados y pomposos.
Aqui te mostramos dos Iglesias y conventos mas conocidos de la ciudad de Lima, esperamos que conocer esto incremente tus ganas de conocer la ciudad de Lima, si tienes alguna consulta acerca de nuestros recorridos turisticosa, puedes enviarnos un mensaje
SAN FRANCISCO
Lo más limeño que hay en Lima, El convento y la iglesia de San Francisco, enmarcando con las iglesias de La Soledad y de El Milagro, la bella plazuela del mismo nombre, forman el más notable conjunto monumental de la Colonia de Lima.
Don Ramón Menéndez Pidal, opinión autorizada y respetable como pocas en estos asuntos, dijo al conocer el ambiente de
San Francisco que ”es el monumento más grande y más noble que erigiera en estas tierras de prodigio la Conquista”.
Y es que San Francisco -irreparable y ciegamente mutilado para abrir la avenida Abancay no es sólo el templo, ni sólo el convento o los tesoros que guarda, ni sólo la belleza estética o el evocador y apacible ambiente de su plazuela. Es todo eso en conjunto y más aún, porque San Francisco, cuyá construcción se inició en el tercer cuarto de siglo XVI, en el triunfo del barroco claramente expresiva que surge en Lima. La consagración tuvo lugar en el año 1673.
El almohadillo en el que alternan en líneas horizontales fajas y sillares es una de las características saltantes de la arquitectura de San Francisco y acentúa con realce el claroscuro que es una de las notas propias y originales del barroco en el Perú y especialmente en Lima. Este almohadillado envuelve hasta las torres, que originalmente tuvieron tres cuerpos de altura.
El templo es de tres naves con bóvedas de medio cañón. El desnivel entre la nave central y las laterales se ha aprovechado para darle abundante iluminación por ámplios ventanales.
En el interior del Convento son notables sus patios y jardines, rodeados con arquerías con zócalos de azulejos que según la tradición fueron fabricados por un esclavo que se asiló en el Convento, del que hasta hace poco formaba también parte el claustro de San Buenaventura, ya destruido y la Casa de Ejercicios, separada del conjunto por la apertura de la Avenida Abancay. Esta casa, que data de 1738, considerada como un monumento histórico de gran mérito por su arquitectura y estilo, guarda también valiosos tesoros artísticos.
Además de la belleza de su arquitectura, el interior de San Francisco es un verdadero y valioso museo por la calidad de sus obras de arte, entre la que es motivo de atracción especial, la famosa colección de los apóstoles de Zurbarán, además de otras valiosas colecciones pictóricas. En las galerías subterráneas se encuentran las tétricas e impresionantes catacumbas que tantos visitantes atraen.
SAN PEDRO
El templo de San Pedro, uno de los más monumentales, hermosos y sólidos de Lima, fue por tradición hasta hace unas décadas el templo de la aristocracia limeña.
Hay discrepancias entre los historiadores acerca de la fecha en que se inició la construcción de la iglesia de San Pedro, como era su nombre original. Pero lo más seguro es que haya sido edificada en el primer tercio del siglo XVII, pues consagrada el 3 de Julio de 1638 con solemnes festejos.
A diferencia de otras iglesias monumentales de Lima, la de San Pedro, ubicada en la cuarta cuadra del Jirón Azángaro, antiguamente denominada calle del Gato, tiene una fachada de líneas muy simples frente a una pequeña plazuela, haciendo ángulo con la entrada al claustro, en el que se conservan también dos hermosas capillas que guardan valiosos tesoros artísticos.
El templo, uno de los más grandes de Lima, es impresionante por su magnificencia y la belleza de su estilo.
La construcción en tres naves es sólida y la cúpula está considerada como una de las más hermosas que se han construido en el Perú.
La abundancia de luz natural hace destacar la belleza de los arcos de medio punto de las naves laterales con zócalos de mosaico, profusa decoración barroca de aplicaciones doradas al fuego y magníficas pinturas con antiguos marcos tallados.
El altar mayor, dorado al fuego, es imponente, como lo son también los retablos de sus numerosas capillas, muchos de ellos, como el de San Ignacio, verdaderas obras maestras del arte colonial, como lo son tam- colonial, como lo son también las magníficas imágenes esculpidas en madera.
La sacristía de San Pedro es también notable por la gran belleza y calidad estética que forman en conjunto sus retablos, sus tallas en madera y las valiosas obras pictóricas de las escuelas de Cusco y Quito que adornan sus muros.
San Pedro es uno de los templos más visitados por los turistas que llegan a Lima.
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