Para completar el grato ambiente de la Alameda, el Virrey Amat dispuso que se hicieran nuevas obras de ornato que le dieron mayor realce y concibió el ambicioso proyecto del Paseo de Agua en proporcionesmucho mayores que la parte que se llegó a construir, pues su atractivo consistiría en un sistema de acueductos, fuentes y cascadas que debía alimentarse con las aguas del Rímac para terminar en un gran espejo de agua alrededor del cual se construiría el Paseo. El afrancesamiento del proyecto, que se consideraba similar al de un paseo de Norbonne, dio lugar a que originalmente se le conociera como “Paseo de Nabona”, se afirma.
El Paseo de Aguas ha sufrido también muchas transformaciones que con el tiempo han cambiado su aspecto original, pero conserva como principal característica su hermosa arquería barroca de marcadas influencias neoclásicas y coronada por un friso de ojos de buey. Esta arquería se extiende a ambos lados de un motivo central.